Plan Padrino

A lo largo de grado once se desarrollo un proyecto llamado plan padrino, el cual consistió en que un estudiante de grado once apadrinaba a uno o mas estudiantes de preescolar, esto con el fin de guiarlos,acompañarlos, visitarlos y ayudarlos en lo que necesitaran.

En este proyecto fui madrina de Antonia, Santiago y Samuel, tres pequeños de transición. En cada encuentro con ellos tuve la oportunidad de recordar muchos de los momentos que viví en preescolar, mis profesores y compañeros.

Junto a Antonia, Samuel y Santiago comprendi que la vida pasa muy rápido y que debo disfrutar cada momento para mi uno de los momentos mas gratificantes que compartí con ellos fue el momento que días antes del examen de estado me regalaron un lápiz, un borrador y un tajalapiz con una carta, esto significo mucho para mi ya que me motivo en gran medida en el momento en el que me enfrente al examen.

Repartiendo amor

En esta actividad realizamos un mercado mediano con cosas básicas como: leche, pánela, chocolate, avena, galletas, arroz, lentejas y aceite. Este mercado lo llevamos a una fundación de niños con discapacidad con el fin de aportar a esta fundación que realiza una bonita labor con niños que se encuentran enfermos   y no llevan una vida normal. En esta oportunidad por diferentes motivos de protocolo nos fue imposible entrar a la fundación.

Disposición sobre una discapacidad

Esta fue otra de las visitas al hogar Adelita, en esta ocasión llevamos roscones para compartir con todos y también  jugamos domino con Edelmira, Meibel y Mimi.

Durante esta visita me impresiono gratamente la manera en la que Meibel y Mimi jugaron a pesar de su invidencia, esto me pareció muy valioso ya que me demostraron que su actitud y disposición sobrepasaba su discapacidad, ademas de esto me pareció que tenían mucha habilidad pues durante las partidas siempre quedaban ganadoras. A partir de lo anterior aprendí que muchas veces me limito a decir no puedo cuando en realidad no tengo razón por la cual decir esto, ya que solo es una limitación mental, por lo que desde este momento seré mas consiente con esto 

Regalos del corazón

Esta fue otra de las visitas al hogar Adelita. En esta oportunidad llevamos unas pulseras para repartirles a las abuelitas del hogar, pues en una de las visitas anteriores nos dimos cuenta que a Meibel le gustaban mucho todas estas cosas, joyas y accesorios, por otro lado descubrimos que las abuelitas eran muy vanidosas,  por este motivo le llevamos algunas pulseras las cuales ellas mismas  eligieron .

visita a los abuelitos

En esta ocasión decidimos llevarles una pequeña merienda para compartir con ellos, en esta oportunidad me di cuenta como con la edad el ser humano se va volviendo mas dependiente de otros por ello necesita compañía.

muchas veces al llegar a esta edad los abuelitos se dejan a un lado debido a las implicaciones que tiene y sus necesidades, por lo que los dejan internados en geriátricos como este. durante esta visita al geriátrico tuve que darle de comer la merienda licuada  a una de las viejita por su incapacidad de comer sola.

Celebrando el cumpleaños de Cecilia

Al ser el hogar Adelita el lugar donde realizare mi proyecto CAS realice algunas otras visitas al geriátrico.Una de las visitas que hice fue para el cumpleaños de Cecilia, una mujer que se encuentra  allí, en esta ocasión tuve la oportunidad de  compartir con todos, de escuchar algunas de sus historias, anécdotas de los viajes que habían hecho y demás situaciones que han vivido.

A lo largo de esta visita dos cosas que dijeron los viejitos me hicieron reflexionar; en primer lugar una de ellas me menciono como en uno de sus antiguos trabajos tuvo inconvenientes por causa de la injusticia de otros, es aquí donde  comprendí que todos los trabajos son importantes, pues no hay ninguno menos importante que otro ya que de todos necesitamos en algún momento, por  lo que nunca debemos desvalorar a las personas por la labor que ejercen en la sociedad.

Por otro lado Cecilia menciono que ella ya solo necesitaba plata para comer, entonces comprendí que en  muchas constantemente  el trabajar para constantemente conseguir adinero nos lleva a dejar a un lado algunas de las cosas que nos enriquecen o material sino espiritualmente.

Pequeñas sonrisas

A comienzos del 2016 estuve en el hogar San Mauricio llevando algunas donaciones de juguetes, ropa y mercado. Adicionalmente compartimos un grato momento con los mas pequeños de la fundación.

En esta oportunidad tuve la oportunidad de comprender el valor de la familia pues para muchos de ellos su familia se reduce a los otros niños que a diario comparten con ellos, por otro lado me precio muy duro la manera en la que las mamas despues de haber pasado el domingo con sus  hijos debian ir y dejarlos en la puesrta de la fundación y con lagrimas en los ojos despedirse de ellos por las diferentes razones.

Otra de las cosas que me marco en esta oportunidad fue que cuando nosotras nos fuimos los niños comenzaron a llorar y a pedirnos que no nos fuéramos.

Pequeños detalles

En el mes de Enero hicimos un pequeño mercado que se conformaba por avenas, paquetes de papas, gomitas y chocolates. Este mercado lo fuimos repartiendo en las calles de Bogota a aquellas personas que se encontraban en los semáforos.

Decidimos hacer esta labor ya que son personas que durante todo el día permanecen de pie y expuestos al sol buscando un sustento diario, así que consideramos que podríamos ayudarles de alguna manera sin embargo consideramos que darles dinero no es la mejor opción por lo que optamos por regalarles unas pequeñas onces ya que probablemente seria lo único que comieran en el día.

Compartiendo con los niños

Tuvimos la  oportunidad de ir también a una fundación de niños con cáncer, aunque solo habían tres niños, dos de ellos hermanos de un paciente y la mas pequeña, Laura quien tenía cáncer en un ojito y ya había sido operada compartimos con ellos les, dimos algunos juguetes y alguna ropa en esta oportunidad aprendí la importancia de dar gracias a Dios por la salud que tengo puesto que hay niños que desde temprana edad padecen de algunas enfermedades.

Ademas comprendí que cada minuto que pasa en mi vida es valioso pues no se si al dia siguiente seguir con vida o sana.  

Compartiendo con los más sabios

 Al comenzar el año 2016 decidí ir en compañía de Natalia Merchan a un ancianato en el que dejamos un mercado y compartimos con los abuelitos. Esta experiencia fue gratificante pues en este lugar había tres hermanos que por motivos de sangre eran ciegos y a pesar de haber tenido mucho dinero ya no tenían nada ellos me recordaron el valor que tiene un hermano, pues su preocupación por sus hermanos y la unión entre ellos era de admirar a pesar de la adversidad y de no tener a nadie mas que ellos mismos. Esta experiencia me permitió reflexionar acerca de lo valiosos que son los ancianos para la sociedad, pues son ellos quienes por medio de sus experiencias mas nos pueden enseñar, es por ello que hoy me siento bendecida y afortunada por tener a mis 4 abuelos con vida y ahora tendre como objetivo aprender y compartir mas con ellos.